Dios: Agente regulador de revoluciones de masas.
Por Valeria Astudillo
Por Valeria Astudillo
Todo comenzó con una simple revisión de un ensayo de historia. Me encontraba apaciblemente corrigiendo las alternativas erróneas de este, cuando de repente me encontré con una que me llamó la atención, y la interpelación decía más o menos así:
Los Romanos fueron un pueblo tolerante en materia religiosa, no obstante, realizaron una serie de persecuciones violentas contra los cristianos. La razón de ello se basaba en que este nuevo credo…Y fue ahí cuando descubrí la disyuntiva de todo este asunto: d) Era contrario a rendir culto al emperador.
Comencé, pues, a analizar tal afirmación y mi atención puso hincapié en la palabra “nuevo credo”; recordé, entonces, ese himno tan venerado por los católicos y descubrí que entre mis habilidades inconcientes (porque de veras hasta ahora, nunca le había tomado el peso a tal conocimiento en mi incorporado) aquel canto me lo sabía de memoria, al revés y al derecho. Me remonté entonces hacia mi infancia, recordaba perfectamente a la hermana María ensañándonos el célebre credo.
No podía creer que el credo estuviera tan presente en mi (…); a raíz de la magnitud de tal pensamiento me asaltó una gran duda: ¿Cuánta gente como yo no habrá en este planeta tierra? ¿Cuántos muchachos no tendrán conocimientos religiosos incorporados y ni siquiera se percatan de que los poseen fervientemente? Y es que Dios y todo lo que conlleve materia religiosa está más que presente en la conciencia humana, y si no está en el conciente está en subconsciente, pero está, sí o sí, hasta en el pensamiento del hombre más ateo del planeta tierra. Está en la ciencia, a lo largo de la historia, como motor fundamental de la filosofía, en el conocimiento humano, en el día a día etc. Desde que éramos unos pequeños, aun sin criterio desarrollado en plenitud… ¿De qué forma le podrías explicar a un niño de tres años la formación del planeta tierra?
Queramos o no, Dios estará siempre presente en nosotros ya sea en materia de debate, de discusión, o de favoritismo incondicional etc.
Pero desde mi punto de vista aquello me parece un tanto peligroso, no mayormente por la sociedad actual en la que vivimos, ni por el planeta tierra en general, si no por mí misma; debo reconocer que aquello me da un miedo terrible, ya que percatándome de la situación mencionada anteriormente puedo inferir con convicción que Dios no es más que un manipulador de cerebros, es decir, que este actúa como obstáculo de pensamiento, impidiendo que la gente o masa piense a cabalidad, paralizando todo tipo de reflexión sobre su estado actual o sobre el mundo, la vida etc.
Dios provoca en los seres humanos una ideología que mi juicio es bastante de endeble, por ejemplo, el tener que creer febrilmente, evitando de esta forma creer en algo mucho más transgresor y positivo como lo es tú mismo. Creo que un señor o cosa o lo que sea que sea que esté allá arriba no va a actuar por ti mismo; al fin y al cabo el que tendrá que luchar por la vida, problemas, sueños o lo que sea que se te presente en la vida, serás tú mismo y no “una fuerza superior”. Me parece que cuando un creyente está teniendo fe en Dios, aquel acto, aquel suceso que se da, se produce principalmente por el propio esfuerzo y convicción en él mismo, a lo cual se provoca un escenario en donde queda claramente manifestado un acto de inferioridad (del ser humano ante Dios) y de ilusión (ya que al fin y al cabo el que está actuando y produciendo beneficios es él mismo). Estas circunstancias no se dan sólo con un individuo, si no que se produce con miles. Tal evento termina por provocar una ideología colectiva, formándose masas monstruosas que creen palpitantemente en esta falacia.
Otro punto importante es la moral que dictan los distintos tipos de religiones. Tachando comúnmente cierto tipo de actos como “malos”, aquellos que van contra la moral de Dios. Un ejemplo claro de este suceso es el que se da en los colegios de formación católica, en los cuales se les dicta a las señoritas a que asistan al establecimiento con el jumper debajo de la rodilla. U otro caso aun más sobresaliente como es la prohibición de métodos anticonceptivos. Ante la iglesia católica el consumo de estos es considerado inaceptable, ya que impiden la procreación. O los mismos mandamientos que el señor dicta, los cuales consisten en no robar, en no codiciar a la esposa de tú hermano etc. Ante tantas propuestas de lo que es “moralmente correcto o incorrecto” a juicio del cuerpo religioso, me dan aun más ganas reírme en su cara, y en la de todos los que creen en aquello. Me parece que esto no es más que un medio regulador de masas, sistematiza el comportamiento, reglamenta el cerebro, normaliza las ideas etc. Aquella actúa como el mismo Dios que es posesivo y tirano obligándote a llevar una vida. Dictando normas, leyes, atreviéndose a manipular un factor que puede ser tan personal como lo es ética. De esta forma observamos un monstruo temible y perverso manipulando una sociedad en la cual nosotros somos el juguete, y los títeres.
Sé que mi pensamiento no es nuevo, Karl Marx, por ejemplo re-afirma mi teoría con la siguiente afirmación: “La religión es el opio del pueblo”, compara la religión con una droga que ofrece una felicidad falsa. (Ahí vemos la mentira en la que está sometido el ser humano al creer en algo ilusorio, que claramente no es, porque es él mismo); Decía también que esta (la religión) mantenía un orden establecido en la sociedad, y animaba a las personas a ver el cielo como una mejor forma de vida. También tenemos a Freud quien llama a la “Iglesia” una masa artificial, sobre la que actúa una coerción exterior (nosotros) que tiene la finalidad de preservarla de la disolución y evitar modificaciones a su estructura. Esto es muy importante dentro de todo este dilema existencial ya que podemos deducir La invención del mismo hombre ante Dios. Nos somos más que nosotros mismos los que le damos vida. Gracias a nosotros existe. A lo largo de la historia el hombre se ha encargado de inventar seres imaginarios con poderes sobre naturales, que rayan en lo fantástico. Un ejemplo vivo de la gran fantasía de este, es el cuento tan cómico que desde niños venimos escuchando: “que cristo nació del espíritu Santo”. ¿Desde cuándo los bebes nacen de la luz divina o algo por el estilo? ¿O por que sí? Según la verdad de la ciencia los bebes nacen por que se junta un espermio con un óvulo. ¡Nunca jamás en la existencia humana se podría dar tal fenómenos!, a menos, claro, que se de en el cerebro de un cristiano alucinador fanático. Que en esos casos es comprensible por motivos ya mencionados.
Ante todo el análisis antes discutido no podemos negar que Chile es un País sometido a este fenómeno, No somos solo nosotros, esto ocurre también en el resto del mundo y es que al ser humano se le hace inevitable sostenerse por las propias: Creer en que el Dios es él mismo. Chile es un país católico y posee una formación cristiana incondicional, cada día se suman más colegios motivados por una fe en Dios, cada día nacen más y más seres humanos los cuales están destinados a llevar una vida ligada a la fe de Cristo. Pero ¿Hasta cuándo seguirá esta realidad? ¿Cuándo el ser humano podrá actuar con real libertad? ¿O cuándo este podrá actuar de manera realmente inteligente priorizando en lo que realmente importa, lo que realmente es?
Creo que esa misma energía y convicción que tienen algunos en Dios podrían utilizarla para otros fines; los mismos chilenos, por ejemplo, para cambiar su realidad existente, su mediocre educación (ejemplo). En un Domingo de Ramos de semana Santa no cuesta nada ver a miles y miles de creyentes en iglesia, en misas, etc. Pero al momento de ver cuantos hay en las calles protestando por la susodicha educación. No vemos a ninguno, (o probablemente) hay una gran reducción de número. No cuesta nada rezarle al tatita dios para que se solucionen los problemas; pero no obstante, al momento de salir a la calle, enfrentar a los verdaderos causantes de TUS problemas, es preferible utilizar el famoso argumento: “si te golpean ofrece la otra mejilla.” Acto que habla por sí mismo.
Por ende puedo deducir que Dios es un monstruo y nosotros somos unas débiles ovejitas que seguimos al rebaño. A mi juicio es un problema, y como solución inmediata creo que podrías hacer la famosa revolución interna y cambiar el mundo a partir de ti mismo; o aun más fácil puedes matarte (para FINALIZAR el problema). O También podrías irte al campo, cosechar tus papitas, y vivir solo y feliz, creyendo tu propia verdad como única y verídica. O también puedes utilizar factor tolerancia, y comprender a ese rebaño, pero sin la necesidad de unirte a ellos. Sonreírle cuando te hablen sobre su Dios y punto final. O igualmente tienes el factor “lucha”, y puedes cambiar a la sociedad, pero aquello ya es un poco más difícil porque estamos hablando de una abismante diversidad de pensamientos, y lavarle el cerebro a todos va a ser un tanto complejo; pero no se pierde nada con luchar toda tu vida por intentarlo. A la vez dejo abierto el debate con la finalidad de ustedes mismos creen nuevas concepciones y teorías para cambiar esta realidad.
1 comentario:
aay reminiscencia
copiona!!
jja
oye me dio una paja leer porke ahora etsoy en otra, pero cuando tenga tiempo lo leere ;)
te quiero amiga
y espero verte pronto
un beso nena!
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